Universidad Peruana Los Andes presentó al historiador Nicolás Matayoshi en Cátedra UPLA
- Nicolás Matayoshi, reconocido historiador, escritor y gestor cultural nos acompañó en la quinta edición de Cátedra UPLA.
- El programa Cátedra UPLA, respaldado con el Sello Bicentenario, se desarrolla entre el 9 de abril al 27 de julio de 2021.
El viernes 14 de mayo, la Universidad Peruana Los Andes desarrolló la quinta edición del programa Cátedra UPLA con la conferencia ‘Huancayo Republicano’ a cargo del Dr. H.C. Nicolás Matayoshi Matayoshi, reconocido historiador, escritor y gestor cultural; contando con la presencia y agradecimiento del Dr. Eutimio Jara Rodríguez, rector de la Universidad Peruana Los Andes.
Luego de agradecer la invitación, el Dr. Nicolás Matayoshi inició la conferencia recordándonos que “Huancayo, en la época colonial, era un pueblo y no tenía rango de ciudad porque las ciudades solamente eran elegidas por predominancia de un vecindario blanco o criollo; entonces, era un conglomerado de gente nativa, siendo su primera fuerza: la etnia wanka, que prevaleció durante muchos años e cimentó lo que los wankas son: un pueblo orgulloso de sí mismo, rebelde y emprendedor”.
Nos comenta, además, que cuando llega Francisco Pizarro, los wankas establecen una alianza con los españoles por la posibilidad de lograr su independencia de la nobleza cusqueña; “sin embargo, debemos considerar que los wankas, celosos de su palabra y cumplidores de sus promesas, no se habían revelado contra el Imperio Inca en tanto que habían sido conquistados por ellos, jurándoles lealtad”. Con la llegada de los españoles, Atahualpa vence a las huestes de Huáscar, es decir, a las huestes cusqueñas, de ahí que los wankas no tenían ningún compromiso con los quiteños, “por lo tanto, no son traidores a los quiteños, ni a los incas, ni a nada; ellos recuperaron su independencia haciendo esta alianza, pero los poblados españoles que permanecieron durante toda la colonia fueron Jauja, Chongos Bajo y San Jerónimo. Huancayo era una ciudad que mantenía su esencia campesina, su esencia nativa”.
Por otro lado, nos cuenta que recién en el siglo XIX, (…) Huancayo jura lealtad a las Cortes de Cádiz a través del clérigo Ignacio Moreno, responsable de impulsar la construcción de la Iglesia Matriz, nuestra actual Catedral; él decide adelantar la inauguración, siendo un 1 de enero de 1813, cuando celebra la Misa de Acción de Gracias, donde lee un discurso de adhesión a las Cortes. Estas habían sido promulgadas un año anterior, cuando el Rey Fernando VII era prisionero de Napoleón para evitar el desgobierno; “en las Cortes Generales de España, por primera vez en su historia, participan las colonias: de nuestra zona, hay dos representantes tarmeños, pero solo una llega hasta Cádiz; se dicta una nueva ley donde se reconoce a los criollos, a los nacidos en el suelo de las colonias y a los indígenas porque uno de los diputados peruanos es, casualmente, descendiente del Inca y reclama un mejor trato; es por eso que, al lograrse la independencia, hay una efervescencia en toda América Latina (…), pero van surgiendo dos posiciones: por un lado, los latinoamericanos que están viviendo allá con la idea de crear gobiernos independientes, pero ligados a la Corte Española, entre ellos, José de San Martín, que retorna a América y, por el otro lado, militares españoles que creen que hay una necesidad de modernizar el Estado limitando el poder del rey, quienes son enviados a América para cumplir otras funciones en relación al gobierno colombiano, entre ellos Bolívar”. En el primer grupo, que llega a La Plata y Buenos Aires, se organizan unas sociedades secretas para adecuar las condiciones políticas que inician con la revuelta de Chuquisaca, situación que es sofocada por el virrey Abascal. A pesar de ello, estas organizaciones se vuelven clandestinas, como la Logia Lautaro, creada por San Martín, y sus ideas se van expandiendo a través del famoso Camino de los Incas, “que cruzaba todo el virreinato, pasaba por Tucumán, Salta, Puno, Cusco, Ayacucho y el Valle del Mantaro, cuya importancia se da porque la mina de plata de Potosí había dejado de producir y la nueva mina de plata era la de Cerro Pasco, eje económico de las colonias”.
*En el siglo XIX:
Desde 1808 hacia adelante, “suceden una serie de rebeliones en diversas partes del país y ya hay un fermento patriótico que va cundiendo poco a poco”. Este proceso de la preparación política de la Independencia dura varios años, de modo que cuando el cura Moreno se va de Huancayo, dejando la iglesia en manos de un párroco nacido en la región: Ambrosio Salazar, este continúa con las prédicas independentistas. “En Concepción, hay un coronel retirado, apellidado Toledo, que se dedicaba al abastecimiento de mulas para Pasco; en Jauja, estaban afincados Los Olavegoya y en Tarma, el general Otero, hacendado que se dedica al engorde de ganado para las minas; y son estos los ejes que van a llevar al pueblo huancaíno a involucrarse con la causa patriótica, por eso no es gratuito que Álvarez de Arenales llegara con el ejército libertador que va a entrar a la Sierra, es él quien hace que Huancayo jure la adhesión a la Independencia el 20 de noviembre”.
Entonces, Huancayo jura su independencia en noviembre de 1820 y, en diciembre de ese año, se produce la Batalla de Azapampa, donde mueren más o menos unos 700 wankas, los primeros mártires de la última gesta libertadora. En 1822, en el gobierno de San Martín, le otorgan a Huancayo el rango de ‘ciudad’ y, en el mismo proceso, le ponen el nombre de ‘Incontrastable’ por el heroísmo de sus mártires en dicha batalla y por la contribución posterior de los wankas en los procesos de liberación.
A principios del siglo XIX, Huancayo contaba con casi la mitad de la población que tenía Jauja y, poco a poco, Canterac contribuye con la formación de nuestra Feria Dominical que revitaliza la economía de esta ciudad reciente y empieza a atraer migrantes de diversas partes, es así que, hacia fines del siglo XIX vamos a tener franceses, italianos, americanos, además de gente que viene desde Cajamarca, Tacna, Arequipa y Ayacucho, quienes comienzan a formar el pueblo de Huancayo.
Además, durante este siglo, también se construye el colegio Santa Isabel, de donde se propaga el pensamiento liberal, y esto hace que, con el tiempo, “el Estado vea la necesidad de elevar esta pequeña ciudad al rango de provincia gracias al jaujino José Jacinto Ibarra, quien presenta la propuesta al Congreso, siendo aceptado por los presidentes de la cámara de diputados y senadores: Ramón Castilla y José Rufino Echenique”.
*En el siglo XX:
En 1908, un hecho importante que debemos recordar es “el traslado del ferrocarril que iba a ser de La Oroya hacia la Selva Central, hacia la ciudad de Huancayo, que genera también un incremento poblacional; hacia los años 20, la población de Jauja ya era la mitad de la de Huancayo por su oferta laboral y (…) existía la propuesta de los notables de la ciudad de convertirla en capital de Junín, creándose la Cámara de Comercio de Huancayo y reconociendo, además, que la actividad oficial de justicia era más importante aquí que en Cerro de Pasco, capital de ese entonces; (…) la presencia del ferrocarril posibilita el desarrollo acelerado, los migrantes se incrementan: chinos, japoneses, cosacos y turcos. Hacia 1928, ya hay un fuerte movimiento para convertir a Huancayo en capital de la región que conlleva a algunos problemas internos”.
Asimismo, “José María Arguedas nos narra que, en esta época, había una efervescencia política de los estudiantes isabelinos debido a que habían suspendido al director del colegio Santa Isabel, un cajamarquino, y un joven profesor de Lengua y Literatura que era Ramiro Prialé Prialé”, en medio de esta situación, el joven José M. Arguedas tiene una buena participación y, se sostiene que “el gran libro que iba a escribir es sobre el Valle del Mantaro, un libro donde él es el protagonista y que va a llamar ‘Todas las sangres’, pero lamentablemente su enfermedad posterior hizo que ese proyecto no se cumpla”.
En ese periodo, también, la gente de Huancayo postula la creación de un nuevo departamento que incluía Tayacaja, Jauja y Tarma, se logra el objetivo con Sánchez Cerro y “se escribe un decreto de traslado de la capital de Cerro de Pasco a Huancayo; en muy pocos días, se traslada la Prefectura y la Corte de Justicia de Junín que se va a ubicar en una casona que está en Calixto y Ferrocarril, desde entonces, Huancayo es capital del departamento de Junín, desde 1931, con la oposición y protesta de los cerreños, que también van a luchar por recuperar su rango, logrando que se divida el departamento de Junín, creándose el departamento de Pasco”.
Finalmente, “la importancia del eje económico se queda en el centro y, en ese periodo, suceden otros movimientos sociales y políticos que llevan, hacia 1970, a la creación de la Universidad Comunal del Centro, que se consolida con el aporte de las Comunidades Campesinas del Canipaco, el valle de Yanamarca y (…) las municipalidades de Huancayo, Jauja y Tarma (…), siendo Belaunde Terry quien lo nacionaliza en el siguiente gobierno, permitiéndole recibir los fondos del herario nacional”, un hecho de gestión comunal que empieza a modernizar el sentido y la ideología del wanka, pero que también posibilita la creación de otras universidades.
“Siempre es estimulante tener la posibilidad de alternar con quienes van a ser los conductores de la nueva patria”, nos comenta el Dr. Nicolás Matayoshi para cerrar la conferencia, “los jóvenes de ahora tienen la tarea de reconstruir la moral del pueblo, esta crisis de valores necesita de los jóvenes para crear movimientos en torno a la moral, la ética, la revaloración de la honestidad, la veracidad, la lealtad y la libertad”.
Algunas reflexiones a propósito de la ronda de preguntas:
- Los hechos de las mujeres que intervinieron en los combates no son considerados en los partes de guerra, son invisibles, (…) las fuentes son accesorias, parte de literatura y tradición oral, en algunos casos.
- Hay un proceso de globalización total y se va a intensificar por el intercambio cultural virtual. Estamos en la cuarta revolución tecnológica, donde todos los criterios de la generación anterior deben ser revisados; (…) ahora es importante tener el dominio del internet.
- Creo que se va a reponer la Feria Dominical, pero no tendrá la misma dimensión de antes; de todos modos, las sociedades también cambian.