EL DESAFÍO DE ESTUDIAR UN IDIOMA INDÍGENA EN VEZ DE UNO EXTRANJERO
Con el propósito de lograr una educación inclusiva y de calidad a través de la Interculturalidad en la Educación Superior.
En nuestra cultura latinoamericana se ha insertado una matriz cultural europea y occidental, dejando de lado la variedad de culturas transnacionales de nuestro país. En las universidades queda en evidencia que los estudiantes prefieren estudiar y aprender un idioma extranjero, con la noción de que de esa manera, tendrán más oportunidades laborales en el futuro. Sin embargo, ¿dónde quedan las lenguas indígenas?. Es acaso que los estudiantes deben abandonar sus lenguas maternas para acoplarse a la matriz educacional.
La Dra. Tricia Mardones de Chile, expuso sobre esta controversial temática en el I Congreso Internacional de Interculturalidad en Educación Superior brindado por la Universidad Peruana Los Andes (UPLA).
“Los desafíos docentes son trabajar didácticamente la enseñanza de la lengua desde un enfoque sociolingüístico, lo que implica el reconocimiento de la otredad lo que, a su vez, genera empatía. También implicaría una adecuación comunicativa, reconociendo ámbitos comunicativos distintos y además una conciencia lingüística que llevaría a un ámbito didáctico de unión entre el paradigma formalista y funcionalista. Desde los incipientes resultados muestran la importancia de poder desarrollar la competencia intercultural formación inicial docente”, expresó.
Este tema ha abierto una polémica en el mundo académico y genera dos bandos opuestos. Por un lado, se ha posicionado como la visión hegemónica, la que propone la ‘interculturalización de las universidades’, es decir, incluir la interculturalidad de las lenguas en la institucionalidad universitaria mediante diversas acciones. En contraposición, surge una visión crítica en la que se apuesta por la ‘universalización de la interculturalidad’, es decir, un trabajo complejo que busca el reconocimiento de la diversidad de lenguas, como principio universal de la sociedad, mediante acciones transformativas que cambien el origen de las inequidades.
Como posible solución a esta interrogante, la Dra. Tricia Mardones nos propone la Simetría Cultural, una necesaria aportación de las universidades a la construcción social implicando a su alumnado en un análisis crítico de la realidad social y en proyectos de acción que supongan una lucha contra las desigualdades. La cuál permitirá formar profesionales y seres humanos con una visión más amplia del mundo, que logren articular la diversidad cultural rescatando y revalorando así las lenguas originarias para transformar la realidad del mundo.